Consiste en el tratamiento de las lesiones mediante técnicas manuales, como pueden ser presiones mantenidas, fricciones, movilizaciones, etc.
Lo utilizamos sobre todo para tratar puntos gatillos miofasciales. Un punto gatillo miofascial es una zona, situada dentro de una banda tensa muscular, donde las fibras musculares se han acortado, de manera que cuando presenta síntomas, limita o incapacita el correcto funcionamiento de parte o de la totalidad del músculo. Además de que existe la posibilidad de que provoque dolor referido en otras zonas, el punto es doloroso a la compresión y puede provocar dolor y limitación de movimiento.
El suelo pélvico femenino es el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad de la pelvis en su parte inferior. Sus límites se extienden desde el pubis hasta el sacro, y su musculatura es atravesada por los conductos de la uretra, la vejiga y el ano.
El tipo de tratamiento va a depender en función de la patología de la paciente, y éste puede consistir en educación terapéutica (corrección de hábitos), reeducación postural, terapia manual, terapia con radiofrecuencia (Indiba Activ©), otras electroterapias, punción seca, ejercicios, etc. Normalmente, las disfunciones de suelo pélvico se abordan desde distintos enfoques y requieren una combinación de terapias, siempre acordadas entre la profesional y la paciente.
Una lesión musculoesquelética puede alterar la función y estructura del sistema nervioso, y a la inversa, por lo que es muy importante de cara a la recuperación de las lesiones tener en cuenta el tejido neural o nervioso. Algunas de las lesiones más frecuentes son el síndrome del piramidal, radiculopatías cervicales o síndrome del desfiladero torácico, entre otros.
La movilización neuromeníngea se puede utilizar tanto como herramienta de evaluación como de tratamiento. Consiste en provocar una estimulación mecánica del sistema nervioso y de las estructuras anatómicas responsables de su protección directa por medio del movimiento, con el fin de influir positivamente en sus funciones fisiológicas, mecanosensitivas y biomecánicas.
En la Clínica Valledor Fisioterapia, lo podemos realizar de forma manual o con ayuda de Indiva Activ©. Consiste en movilizar de forma superficial el exceso de líquido linfático hacia los ganglios linfáticos para facilitar su posterior eliminación por el organismo.
La fascia es una estructura membranosa que envuelve las distintas estructuras del cuerpo, proporcionándoles protección y un nexo de unión entre todas ellas. Debido a la gran capacidad que tienen de desplazamiento, también hacen posible que el movimiento sea fluido, de manera que cuando este tejido se ve afectado puede causar muchas restricciones en la movilidad (rigidez) y convertirse en un factor de riesgo a la hora de sufrir lesiones. Las disfunciones más frecuentes en la fascia son las producidas por cicatrices, posiciones mantenidas muchas horas, sedentarismo, etc.
La Inducción Miofascial (MIT®) consiste en la liberación de la fascia mediante una determinada presión manual sobre los tejidos diana, con el objetivo de restablecer su funcionalidad y las de las estructuras con las que se relaciona.